jueves, 8 de octubre de 2015

La entomologia forense

La Entomología Forense, también llamada Entomología Médico-legal, es el campo del saber donde la ciencia de los artrópodos es empleada como herramienta en las investigaciones de la escena del crimen y otros casos forenses, cuando el cadáver es hallado bajo condiciones extraordinarias, resultando insuficientes los métodos de la Patología Clásica. Es así que la Entomología Forense representa una ayuda invaluable en casos de cuerpos muy descompuestos, como ocurre en las muertes por homicidio, muerte repentina como la anafilaxis por picadura de abeja o accidentes de tránsito, donde los restos humanos son colonizados por insectos [1,2,3]. El entomólogo forense participa en la identificación de los artrópodos y en el análisis de la data entomológica, en la interpretación de esta y así, contribuye con la determinación del tiempo o Intervalo Post-Mortem (I.P.M.), y lugar de la muerte. Con tal finalidad, debe seguir dos enfoques principales: el primero, consiste en la observación del desarrollo de los insectos de acuerdo a la temperatura (generalmente el de las moscas); y el segundo, está representado por el reconocimiento de la sucesión predecible de artrópodos que facilitan la descomposición de la materia orgánica, incluyendo los cuerpos humanos o cadáveres de animales [1,4].
El cadáver es un recurso trófico, el cual induce una sucesión de colonizaciones con diferente composición faunística, debido al rol que desempeña cada uno y por su llegada de acuerdo a la etapa de descomposición. Este proceso es dependiente casi en su totalidad de un gran cúmulo de variables como la temperatura, la humedad relativa, el tipo de vegetación, el pH del suelo, la temporada estacional y las circunstancias de la muerte, por lo que en los últimos años el objetivo fundamental de la Entomología Forense se ha enfocado hacia el estudio del comportamiento de estas oleadas necrófagas con respecto a tales factores, y dirigido principalmente hacia la determinación del I.P.M. [1,4,5].
La Entomología Forense se remonta al año 1235 d.C. cuando el investigador chino Sung Tz´u escribió un libro titulado "The Washing Away of Wrongs" el cual fue traducido en 1981 por McKnight, de la Universidad de Michigan, Estados Unidos de Norteamérica. Se presume que ese texto fue el primer caso de Entomología Médico-criminal reportado. En el mismo, describe que tras un asesinato por acuchillamiento, el líder político de la comunidad mandó llamar a los habitantes de su pueblo y les pidió colocar sus hoces en el suelo, notando que una de ellas se rodeó de moscas, debido posiblemente a que conservaba trazas de sangre ya descompuesta. Así, se determinó que su propietario había sido el responsable del crimen [1,4].
En el año 1668, Francesco L. Redi refutó la hipótesis de la "Generación Espontánea de la vida", llevando a cabo estudios sobre carne putrefacta la cual fue expuesta y protegida de las moscas observando así, la sucesión y no sucesión de la mismas [1,4]. Más tarde, en 1855, Bergeret en París, fue el primer occidental en utilizar los insectos como indicadores forenses. Reportó el caso del cuerpo de un bebé encontrado oculto en una casa, detrás de un manto de yeso. Se determinó que, la asociación de insectos y cuerpo puntualizaba el estado de descomposición, cuya data se remontaba en este caso, a varios años atrás [1].
Entre los años 1883 y 1898, J.P. Mengin detalló cuidadosamente la sucesión predecible de artrópodos asociada con la descomposición del cuerpo. Publicó una serie de artículos referidos a la Entomología Médico-criminal. El más famoso de ellos fue "Fauna of Cadavers", que sirvió en gran parte para crear una profesión médica y legal consciente de que los datos entomológicos, podían comprobar su utilidad en las investigaciones forenses [4].
En la actualidad, existe un gran número de investigaciones que tratan directamente sobre Entomología Forense. Entre los trabajos más destacados se encuentra la obra de Jason Byrd y James Castner, titulada "Forensic Entomology. The Utility of Arthropods in Legal Investigations", publicado en el año 2001. Así mismo, Mark Benecke ha contribuido con una gran cantidad de aportes a la Entomología, entre los cuales destaca su libro que lleva el título de "Insects and Corpses", editado en el 2002. También destaca el texto escrito por Greenberg y Munich, publicado ese mismo año y titulado "Entomology and the Law: Flies as Forensic Indicators", donde se describe la morfología de las moscas de importancia forense, abarcando diferentes países del continente americano.
Como resultado de estos esfuerzos, la Entomología Forense ha adquirido una gran importancia dentro del campo de la Medicina Legal en países como Estados Unidos, Canadá, Tailandia, Italia, España y Alemania, los cuales tienen en común su localización por encima de los 23º N. Estos trabajos han estado sujetos a las condiciones ambientales características de cada uno de esos países, donde hay cuatro estaciones anuales bien definidas, las cuales per sé presentan especies y actividad artrópoda propias [6,7,8].
En contraste, son pocos los estudios que describen la ecología de los artrópodos y el ciclo de descomposición de mamíferos en los ecosistemas de la región neotropical, los cuales son dinámicos y se encuentran sujetos a la influencia de un amplio espectro de procesos ambientales [9]. En Perú, que representa la excepción, varios investigadores entre los que destaca Bernard Greenberg, han dirigido sus esfuerzos hacia las investigaciones entomoforenses de ese país, dejando como legado una gran cantidad de reportes y descripciones de su entomofauna cadavérica.
Los bosques de América Latina y el Caribe son los bosques tropicales más importantes del mundo, tanto por su extensión geográfica como por su riqueza biológica y complejidad ecológica. De los diez países con los bosques tropicales más extensos, seis se encuentran en el Neotrópico, estos son: Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, México y Venezuela, abarcando casi la mitad de los bosques de esta categoría. El clima neotropical se caracteriza por presentar temperaturas predecibles y relativamente constantes de una estación a otra, sin embargo, los regímenes lluviosos son más variables de tal manera que, la diferencia entre las estaciones puede estar regida por la presencia de lluvias. A estas condiciones climáticas se agrega un paisaje caracterizado por altas montañas, páramos de altura, zonas húmedas, bosques, extensas planicies, desiertos, estepas y manglares. Es así como la combinación de climas y accidentes geográficos proporciona diferentes hábitats, por lo que el rasgo predominante de la región neotropical es su impresionante diversidad, tal vez la mayor de todos los continentes. Además, es la región más húmeda del planeta y alberga al mismo tiempo el área más seca, representada por el desierto de Atacama [10,11].
Aunque los resultados de los estudios llevados a cabo en Entomología Forense han sido muy útiles en las pesquisas de la escena del crimen en diferentes países, son escasas las investigaciones que se han realizado en el neotrópico, por lo cual el presente trabajo tiene como objetivo hacer una revisión de las metodologías y resultados reportados en relación a la entomofauna asociada a cadáveres, enfatizando los obtenidos en los países neotropicales. Así mismo, se llevó a cabo un trabajo de campo que consistió en observaciones y capturas diarias de insectos en tres cadáveres de gato doméstico y cuatro cadáveres de ratas blancas, durante diez días.

Bibliografía: 

MAVAREZ-CARDOZO, MG.; ESPINA DE FEREIRA, AI.; BARRIOS-FERRER, FA.  y  FEREIRA-PAZ, JL.. La Entomología Forense y el Neotrópico. Cuad. med. forense [online]. 2005, n.39, pp. 23-33. ISSN 1135-7606. 

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